El Directorio de la Sociedad Chilena de Física expresa su preocupación por la grave situación que vive el país y particularmente por el Estado de Emergencia que afecta a algunas de sus regiones. La violencia desatada, la cual rechazamos, en ningún caso debe obnubilar a las autoridades respecto de que una significativa mayoría de las personas que ejercen su legítimo derecho a la protesta lo hace pacíficamente y que la inquietud que reina merece enfrentarse reflexivamente, buscando desentrañar sus causas profundas y así deducir las debidas acciones y políticas públicas. Por esta razón, nuestro deber como ciudadanos, más allá de nuestra específica actividad profesional, es solicitar a la autoridad que fomente la racionalidad y medite suficientemente sobre la proporcionalidad de las medidas de excepción puesto que éstas pueden tener insospechadas consecuencias para el devenir del país, particularmente cuando pudieren servir de justificación a nuevas expresiones de violencia.
Con una visión de largo plazo, por otra parte, tanto las autoridades políticas, ejecutivas y legislativas, como los poderes, económicos y sociales, que influyen en el devenir de la sociedad, debieran priorizar la búsqueda común de soluciones, con base en el entendimiento cabal de las causas de los fenómenos sociales por sobre la estigmatización de sus manifestaciones. Es evidente que el país requiere mirar su desarrollo de manera integral, incorporando los indicadores de bienestar de las personas y de equidad en la distribución de ingreso, junto con asegurar la plena dignidad de la persona y la igualdad ante la ley en un ejercicio ecuánime y proporcional de la justicia.
Entendemos que las sociedades se proyectan virtuosamente al futuro cuando valoran el conocimiento, tanto por su impacto económico como por lo que contribuye al desarrollo de valores, por sobre los intereses puramente mercantiles, además de procurar que los frutos del progreso beneficien a la comunidad entera y no contribuyan a generar brechas de desigualdad aún más grandes. Particularmente, una economía basada en la extracción, cultivo y venta de materias primas no puede ofrecer en el mundo globalizado de hoy trabajos dignos, además de crecimiento, estabilidad y el ejercicio de una auténtica soberanía. Es un desafío ineludible cambiar el foco de nuestro desarrollo, cuya dilación, además de detener el progreso, implica dejar que las tensiones de la sociedad crezcan sin medida. La comunidad científica del país está preparada para contribuir a ese progreso material y espiritual equilibrado, pero ello requiere de decisiones políticas profundas y duraderas, que rebasen los intereses que, anclados en el corto plazo, no constituyen la mirada de país que Chile necesita.
Luis Huerta, Presidente
Leopoldo Soto, Secretario General
Pedro Vega, Tesorero
Rafael Correa, Director
Rodrigo Aros, Director